En la parte 1 de este artículo hemos ofrecido algunas alternativas a los productos químicos de limpieza de la casa, sobre todo para superficies. Pero, ¿y para la ropa?
Recientemente he adquirido por internet las llamadas nueces de lavado o nueces de jabón que conocí a través del blog de cosmética natural Pampelmusa. Se trata de unos frutos que crecen en la India y el Nepal que al entrar en contacto con el agua sueltan una sustancia que actúa como detergente natural: la saponina. Para lavar la ropa, basta con introducir en el tambor de la lavadora un saquito (que viene con el paquete de 1kg) con 5-7 nueces; el número depende de la dureza del agua de nuestro hogar, a mayor dureza, mayor número de nueces. Se pueden reutilizar varias veces hasta que se oscurecen.
La sustancia que sueltan es jabonosa, pero no produce espuma, y respeta los colores de las prendas. Si la ropa está muy sucia o tiene manchas difíciles, podemos añadir una cucharada de sosa o 1-2 cucharadas de oxígeno activo natural. La ropa queda lavada sin olor alguno, por lo que si se desea se puede echar unas gotas de aceite esencial.
Yo ya las he probado y puedo decir que funcionan. Prefiero hacer uso siempre de sustancias naturales antes que productos químicos.